Gracias a la vida
Hoy ha surgido un juego fantástico con Divino. Estábamos bañándonos en la piscina y me ha explicado que una persona de nuestro entorno le ha dicho que es pobre porque ha nacido para ser pobre. Con sus palabras, pero me lo ha explicado. Podría haberle dado a divino una charla de programación neurolingüística y de las dificultades que tienen algunas personas para responsabilizarse del rumbo de su propia vida, sin embargo he preferido explicarle esa famosa ley llamada “Como es arriba, así es abajo” poniendo el foco en la gratitud.
La conversación ha ido más o menos así:
Yo – Cuando le haces un regalo a alguien, ¿cómo te gusta que reaccione esa persona?
Divino – Que me dé las gracias…y que le guste.
Yo – Y si tu ves que esa persona se ha puesto súper contenta y feliz con tu regalo, lo cuida, lo usa, y te da las gracias ¿qué te apetece hacer?
Divino – Darle otro regalo.
Yo – ¡Qué bien! Pues la Vida funciona igual. Si la Vida te da un regalo, y tú le das las gracias, lo disfrutas y te pones contento, la Vida va a querer darte más regalos. Por eso es muy importante dar las gracias a la Vida por todo lo que tienes. Vamos a hacer un juego, yo digo Gracias a la Vida por… y digo algo que tengo y me hace feliz, y luego tú, ¿vale?
Y así nos hemos pasado un buen rato de risas en la piscina dando gracias a la vida por todo tipo de cosas.
Ha sido un ejercicio espectacularmente enriquecedor. Divino ha dado gracias por cosas de todos los colores, desde gracias a la vida por tener los gatitos a gracias a la vida por vivir con mami pasando por gracias a la vida por los helados. Al acabar el juego estaba radiante y excitado por todas las cosas buenas que tiene. Y yo también. A veces es bueno pararse y pensar en todo aquello que tenemos y nos gusta, tomar conciencia de lo abundantes que somos.
Te recomiendo que lo pruebes. Conecta con la gratitud y tu divina creación se conectará al instante. Un juego bien fácil y barato que da unos resultados de lo más reveladores y gratificantes.
¡Pásalo súper! Con juegos así transformamos el mundo.
Sonriéndote desde el corazón,
Divina